Aún después del escándalo provocado por Anna Wintour, editora de Vogue, quien puso a temblar a toda la industria de la moda italiana cuando anunció que sólo asistiría a tres fechas del calendario oficial, la semana de la moda de Milán arrancó con ganas y el lujo de los desfiles de Just Cavalli, D&G, Blugirl, Fendi y Prada para otoño-invierno 2010.
La temida fashionista solicitó que se redujera el número de días del evento, el cual se llevaría a cabo originalmente del 24 de febrero al 3 de marzo, de tal forma que ella tuviera tiempo de asistir a las pasarelas de París (del 2 al 10 de marzo) y a la entrega de los Oscar (7 de marzo).
La mayoría de los diseñadores entraron en pánico e hicieron hasta lo imposible por tener a Wintour sentada en primera fila, del 26 al 28 de febrero; sin embargo, firmas como Prada y Fendi, dos de las más importantes de Milán, decidieron hacer caso omiso de las amenazas y presentarse un día antes de la llegada de la famosa editora.
La Cámara de la Moda de Milán consintió el que se realizaran los debidos cambios y marcas como Versace, Armani y Moschino contarán con la diabólica presencia de Anna para que dé el visto bueno a sus colecciones invernales.
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